Colombia es una tierra de diversidad, no solo por su gente y sus paisajes, sino también por los productos que lleva al mundo. Desde el café y las flores que viajan hasta Europa, hasta la gran variedad de productos agrícolas que llegan a los 5 continentes. Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), las exportaciones colombianas crecieron un 1,3% en enero de este año, destacando los sectores agropecuarios, de alimentos y bebidas, que recaudaron USD $2.691 millones en el primer trimestre, demostrando así un aumento del 4,6% respecto al mismo periodo en 2023.
Lo anterior resalta el gran potencial que tiene Colombia para seguir posicionándose como un aliado clave en mercados internacionales. Sin embargo, este éxito es fruto del trabajo de numerosas compañías que se han propuesto a llevar sus productos a destinos como Estados Unidos, Asia, Europa, entre otros. Cuando los productos colombianos cruzan fronteras, no solo reflejan la calidad y la tradición del país, sino también el esmero con el que han sido elaborados para su viaje. En este proceso, el empaque juega un papel fundamental.
La importancia de los empaques en las exportaciones colombianas.
Para ponerlo en perspectiva, un envío de flores o frutas frescas desde Colombia hacia destinos en Europa recorre aproximadamente 8.500 kilómetros. Durante este trayecto, los productos pasan por diferentes climas y condiciones que pueden afectar su calidad. Un empaque bien diseñado es fundamental para que, a pesar de las largas distancias y las múltiples etapas del transporte, ya sea por aire, mar o tierra, los productos lleguen en perfecto estado, listos para ser comercializados.
Los empaques son esenciales para el éxito de las exportaciones colombianas, ya que no solo protegen los productos durante su viaje hacia mercados internacionales, sino que también cumplen con estrictas normativas de calidad, sostenibilidad y seguridad. La diversidad de productos que Colombia exporta exige soluciones de empaque adaptadas a las características específicas de cada producto y de los mercados a donde llega. Por ejemplo, en la exportación de productos frescos como el aguacate Hass o el banano, el empaque debe preservar la frescura, proteger contra impactos, y aislar variables como la temperatura y la humedad. De no cumplirse alguno de estos requisitos, las compañías corren el riesgo de arriesgar calidad, generar desperdicios o sufrir costosas pérdidas.
Además de la protección física, los empaques también cumplen con regulaciones técnicas y requerimientos funcionales que son clave para ingresar a mercados exigentes como la Unión Europea o Estados Unidos. Estos mercados prefieren productos que se presenten de manera atractiva, y que además utilicen empaques reciclables, de fuentes renovables o que promuevan la sostenibilidad. Por lo tanto, los empaques sostenibles no solo brindan protección e integridad del producto, sino que también son una herramienta estratégica para mejorar la percepción de la marca en mercados que valoran cada vez más la responsabilidad ambiental.
En el contexto de las exportaciones, un empaque bien diseñado puede volver más eficiente el proceso logístico. Un empaque que optimiza espacio y peso reduce los costos de transporte, un factor clave en el comercio internacional donde los márgenes son estrechos y la competencia intensa.
Los empaques son una herramienta estratégica que facilita el éxito de las exportaciones colombianas, permitiendo a los productos llegar a nuevos mercados en condiciones óptimas y cumpliendo con las expectativas de calidad, seguridad y sostenibilidad.
Empaques Sostenibles: el valor agregado que exigen los mercados internacionales.
A medida que los productos colombianos buscan abrirse camino en mercados internacionales, es fundamental tener en cuenta que muchos de estos destinos están impulsando políticas que priorizan la sostenibilidad en la cadena de suministro.
Muchos países están implementando regulaciones y políticas que fomentan el uso de empaques sostenibles. Por ejemplo, la Unión Europea (UE) ha establecido la directiva sobre Plásticos de un Solo Uso, que busca reducir el uso de plásticos desechables y promover alternativas más ecológicas. A partir de 2024, todos los empaques que circulen en la UE deberán ser reciclables o reutilizables, un paso importante hacia una economía circular. En los Países Bajos, se ha introducido el Decreto de Gestión de Empaques, el cual exige a los productores disminuir el uso de envases y empaques de un solo uso y así mejorar la reciclabilidad de los empaques.
Estas regulaciones no solo establecen un marco normativo, sino que también crean un entorno donde las compañías deben adaptarse y adoptar soluciones innovadoras que satisfagan estas exigencias. Cumplir con estas normativas no solo es esencial para acceder a estos mercados, sino que también posiciona a las marcas como responsables y comprometidas con la sostenibilidad.
Optar por empaques sostenibles, como el cartón corrugado, va más allá de cumplir con regulaciones; es una estrategia que puede proporcionar una ventaja competitiva significativa en el mercado internacional. Dado el creciente interés en la sostenibilidad por parte de consumidores y gobiernos alrededor del mundo. Tener empaques sostenibles puede ser la oportunidad para destacar en un entorno comercial cada vez más exigente.